viernes, 9 de mayo de 2008

Cuestionario de Autoevaluación

SOBRE MI PERSONA:


 

Requisitos indispensables para iniciar una autoevaluación real.


 

  • ¿Acepto de antemano auto-examinarme con veracidad y objetividad?
  • ¿Permito que mis colegas y alumnos me hagan alguna observación?
  • ¿Estoy abierto a la crítica?
  • ¿Soy un" egologista" reconocido?, ¿soy un maestro "acabado"?
  • ¿Estoy dispuesto "desempolvarme"? ¿a crear, innovar, revolucionar, incursionar en las TIC, trabajar en equipo?
  • ¿Estoy consciente que los procesos de reflexión, análisis y superación tomarán una buena porción de mi tiempo?
  • ¿He realizado un balance de las competencias docentes que poseo y he detectado las áreas de oportunidad que debo cumplimentar?


 

SOBRE LOS CONTENIDOS DE LA ASIGNATURA QUE IMPARTO:


 


 

  • Los contenidos que imparto, ¿tienen utilidad directa con la labor profesional que desarrollarán mis alumnos una vez egresados?
  • ¿Les planteo una vinculación objetiva de los contenidos de la asignatura con la práctica educativa que desempeñarán en el campo laboral?
  • ¿Inicio mi curso situando la asignatura en el contexto (nivel, especialidad) en el que el alumno podrá aplicar los conocimientos en el campo laboral? (interés para el estudiante)
  • La literatura en la que baso mi curso ¿es reciente? o sigo instalado en "los clásicos"
  • Personalmente, ¿qué tanto leo (si es que leo) por semana, mes, sobre la especialidad (es) que imparto?


 


 

SOBRE LOS MÉTODOS DE ENSEÑANZA QUE UTILIZO:


 

  • ¿Resulta interesante para los alumnos la manera en que expongo la clase?, ¿cómo lo sé?, ¿cómo lo detecto?
  • ¿Qué tanto ha variado la forma de enseñar de los contenidos que imparto de cinco, diez años a la fecha?
  • Las formas de enseñar que utilizo (métodos y/o técnicas de enseñanza) ¿son las mismas de "siempre"?
  • ¿Transmito información sobre distintos temas? o induzco a los alumnos a descubrir por sí mismos el conocimiento
  • Les hago reflexionar, analizar los contenidos que se abordan?, ¿los orillo a investigar, analizar, comentar, debatir, construir su propio conocimiento?


     


     

SOBRE LAS ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE QUE PLANTEO:


 

  • ¿He inducido a los alumnos a desarrollar un pensamiento estratégico a través de actividades como la lectura, el análisis, la síntesis y redacción de lo aprendido?
  • ¿He fomentado en los alumnos la reflexión y he desarrollado en ellos la capacidad para emitir una opinión personal y debatir sobre un tópico determinado en el grupo? (pensamiento crítico-reflexivo)
  • ¿He propiciado en los alumnos el trabajo en equipo por medio de actividades grupales que les permitan desarrollar proyectos o solucionar problemas de manera conjunta?
  • ¿He orillado a los alumnos a utilizar las tecnologías de la información y la comunicación a través de trabajos individuales y grupales a través de Internet? (búsqueda de información, remisión de trabajos por medio de correo electrónico, inserción de artículos en páginas web, intercambio de opiniones en grupos de discusión, grupos de trabajo en línea, etc.)
  • ¿Induzco a mis alumnos a reflexionar, analizar, criticar, investigar y proponer acerca de los contenidos de la asignatura y/o las formas de enseñar?, ¿qué tan abierto soy a la crítica?, la acepto/la censuro, la evito/la demando, no la necesito/la requiero
  • ¿He escrito alguna vez sobre el tema/ especialidad que manejo y/o sobre algunas de mis experiencias laborales?
  • ¿Solicito aportaciones verbales y escritas de mis alumnos y colegas? o soy un maestro "acabado"
  • ¿Qué tanto trabajo en equipo?, ¿comparto experiencias, trabajos, escritos, investigaciones?
  • ¿Contamos, los alumnos y los profesores con círculos de lectura?
  • ¿Recibimos retroalimentación de alumnos y maestros de manera presencial y grupal; en línea y presencialmente?
  • ¿Hemos considerado poner en marcha proyectos innovadores para actualizarnos todos (maestros/alumnos)? páginas web, correos grupales, publicación de revistas?
  • ¿He/ hemos puesto en práctica estrategias presenciales y/o en línea para apoyar a nuestros alumnos con sus dudas y/o carencias una vez que han finalizado la asignatura y/o carrera?
  • ¿Como especialista en una asignatura/materia/área de conocimiento, asesoro/oriento a los alumnos en sus proyectos de tesis?, ¿si?, ¿no?, por qué...


 


 


 

SOBRE MI PRÁCTICA:

  • ¿Qué esperaba lograr al inicio del curso? y ¿qué tan cerca estoy de los objetivos propuestos?
  • ¿Qué esperaban los alumnos de la presentación y desarrollo de la asignatura?, ¿estoy cubriendo sus expectativas?
  • ¿Dedico tiempo extra para apoyar y guiar a los alumnos en la búsqueda del conocimiento?
  • ¿Qué tanto empleo los medios tecnológicos para actualizar mi conocimiento?
  • ¿He escrito alguna vez sobre el tema/ especialidad que manejo y/o sobre algunas de mis experiencias laborales?
  • ¿Trabajo en equipo con los compañeros de mi especialidad o nivel escolar?
  • ¿Intercambio experiencias con maestros de otras instituciones?
  • Para evaluar la forma en que me desempeño al impartir una clase, exposición, conferencia, taller etc., ¿he propuesta alguna vez a un colega que actúe como observador para realizar una evaluación crítica de mi práctica docente y así poder mejorarla?
  • ¿Hasta este punto, reconozco mis actuales carencias?
  • ¿Estoy consciente del área en la que requiero actualización?
  • ¿Qué necesito saber y/o poner en práctica para estar vigente?
  • Mi ACTITUD actual ¿me demanda elaborar y poner en práctica un programa personal de formación profesional como punto de partida hacia un proceso de actualización permanente?

Finalmente, ¿Estoy dispuesto a gestionar con mis colegas un programa grupal de mejoramiento profesional?

El autoregistro como "espejo" de la Práctica docente

Estimados compañeros que cursan la Maestría recuerden leer el articulo y hacer su comentario.
http://educar.jalisco.gob.mx/01/01Adria.html

miércoles, 7 de mayo de 2008

LA AUTOEVALUACIÓN DOCENTE COMO MEDIO PARA LA ACTUALIZACIÓN PROFESIONAL

Consideraciones teóricas para mejorar la práctica docente.

Por: MC. María de Lourdes Sánchez Franyuti

lourdesanfran@gmail.com


Resumen


Una de las prioridades pendientes del Sistema Educativo Mexicano se centra, sin lugar a dudas, en la actualización del magisterio, ya que la calidad de la educación solo podrá ser mejorada si basa la enseñanza en profesores altamente calificados. Sin embargo, para que tengan éxito los esfuerzos realizados por las autoridades educativas en este sentido, es preciso tener en cuenta que la actualización de cada maestro, debe principiar por la propia reflexión sobre su quehacer profesional. De eso precisamente trata la autoevaluación docente y esto es lo que aborda de manera particular esta exposición al final de la cual, se espera despertar en los docentes una motivación personal que origine en ellos el deseo de elaborar por iniciativa propia un programa personal de formación profesional
como parte de un proceso de actualización permanente que incida a corto plazo, en la piedra angular de la educación de calidad que el país requiere.


EL RETO DEL SISTEMA EDUCATIVO

Se inicia con un primer cuestionamiento:

¿Cuál es el reto más importante de la educación en México y cómo es posible lograr este objetivo en el corto plazo?

Sin duda alguna mejorar la calidad de la educación y el camino a seguir es lograr que aquella que reciban los alumnos de todo el Sistema Educativo Mexicano (SEM), sea impartida por profesores altamente capacitados en los quehaceres de la docencia; personas comprometidas consigo mismas, con su profesión, y con la sociedad en su conjunto mediante la búsqueda constante del conocimiento. Esto significa estar al día en cuanto a contenidos, métodos, estrategias y medios para evaluar la enseñanza-aprendizaje, puntos todos que pueden ser revisados a través de una reflexión que orille al docente a elaborar un programa personal de formación continua a partir del déficit de conocimiento (áreas de oportunidad) inherente a su ejercicio profesional.


Ahora bien...

¿Por qué la actualización?

Para dar respuesta puntual, se alude a una frase del maestro Pablo Latapí Sarre:


"El maestro es un profesional del conocimiento, obligado a estar atento a su continua evolución tanto en las disciplinas que enseña, como en las ciencias del aprendizaje, lo que debiera ser la orientación predominante de los programas de actualización."


Esta frase nos remite a los contenidos y a los métodos de enseñanza, ambos saberes imprescindibles para una práctica docente de calidad. Actualmente es posible encontrar profesores altamente especializados en los temas que imparten, pero que continúan utilizando métodos y técnicas de enseñanza obsoletos. En el caso contrario, existen maestros abocados a investigar y poner en práctica nuevas formas de enseñar, pero que han olvidado actualizar sus conocimientos respecto a las materias que imparten.


Lo que la docencia hoy en día requiere, es de personal capacitado en ambos sentidos, además de poseer un dominio de conocimientos sobre las propuestas curriculares que operan en la educación básica. Aunado a lo anterior, habrá que recordar que a partir de los años ochenta, las tecnologías de la información y de la comunicación ensancharon y facilitaron el campo de la investigación en todas las áreas del conocimiento, hecho que prima en la actualidad, la necesidad de transformar el papel del docente informador, a formador y guía del alumno en el proceso de aprendizaje. ¿Cómo? Orillando al estudiante a buscar y utilizar; es decir, a indagar, descubrir por sí mismo para finalmente aplicar dentro de su cotidianeidad, los conocimientos adquiridos.


En esta primera reflexión, cabe señalar que los procesos de actualización de los docentes, se diferencian de aquellos de los demás profesionistas por el simple hecho de que se trabaja en este ámbito, al igual que en el de la medicina, con seres humanos, lo que nos obliga a remitirnos desde el punto de vista moral y ético, a una concienzuda revisión de los valores que guían la vida personal del maestro, ya que éstos, son trasladados en automático al círculo profesional.


Es preciso puntualizar que para enseñar, hay en primera instancia que saber; para lo cual es indispensable aprender con la firme e inquebrantable convicción de que el aprendizaje, es un acto constante que se debe llevar a cabo durante toda vida, de tal forma que el aprender y el enseñar se conviertan en un arte mediante el cual se realice un toma y daca constante entre maestro-alumno así como una facultad en donde la reflexión constituya el elemento base para evaluar todos los procesos educativos y a todos los involucrados en ellos.


Lo anterior, conlleva una actualización permanente por parte del docente ya que en el tránsito por el túnel del tiempo, en donde la ciencia y el conocimiento se reinventan cada día, el maestro debe encontrar en sí mismo la motivación suficiente para actualizarse en continuo a fin de estar en todo momento a la vanguardia del quehacer educativo.



ACTUALIZACIÓN PROFESIONAL

¿Qué significa actualizarse?

Actualizar, de acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española es poner al día. Actualizarse es entonces, mantenerse vigente, continuar creciendo, saberse académicamente joven. Es evolucionar, renovarse, caminar a la par que el tiempo; es seguir aprendiendo permanentemente, día con día, concibiéndose como "docente en continua evolución" y asumiéndose en todo momento como "profesional inacabado".


Existen tres grandes áreas del conocimiento que requieren una PERMANENTE ACTUALIZACIÓN: la medicina, la informática y la docencia. Sin embargo, y paradójicamente, una de las áreas que más resistencia ha presentado al cambio, es la correspondiente a la educación. Al respecto Antonio Battro refiere que si un médico del siglo pasado pudiera despertar a esta época en medio de una sala de quirófano, le sería imposible realizar una cirugía ya que quedaría atónito ante la presencia de instrumentos totalmente desconocidos para él. En contraste, si un profesor despertase después de cien años en un salón de clases actual, encontraría en general, condiciones similares a las de hace cien años, pudiendo continuar con sus enseñanzas sin mayores complicaciones.


Este mismo ejemplo, sugiere lo que acontece el día de hoy en el campo de la educación y de la informática entre los docentes de países en vías de desarrollo y aquellos que revolucionaron la educación desde el nacimiento de Internet, ya que si un maestro se plantara en un salón de clases de una Universidad de primer mundo, quedaría inmóvil ante la multiplicidad de medios que los docentes manejan cotidianamente como recurso para mejorar su labor docente y obtener mejores resultados en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Aquí valdría la pena preguntarse si "yo docente" estoy al día en el uso académico de los medios tecnológicos.


Ahora bien, el punto de partida de todo proceso de enseñanza-aprendizaje, deberá iniciar con una autoevaluación de las prácticas que cada maestro lleva al cabo actualmente, tanto en lo que se refiere a los conocimientos sobre los temas que domina, como a los métodos, estrategias y medios de evaluación que utiliza. De igual forma, se recurre a la reflexión como el medio idóneo para que el docente encuentre la motivación necesaria para aprender permanentemente; esto es, para actualizarse. Sin embargo, iniciar con una reflexión honesta de su quehacer profesional, aunque pareciera receta sencilla, es lo más difícil de lograr, ya que el maestro como ser humano, tiene que adoptar una serie de actitudes personales sin las cuales, ningún proceso de autoevaluación rendirá frutos.


Al respecto, es preciso señalar que la actualización de los maestros en servicio ha sido por largo tiempo entendida como un proceso para subsanar el déficit de conocimientos que los docentes presentaban, los cuales Perrenoud concibe como "áreas de oportunidad". Para ello, la estrategia a seguir fue la de optar por cursos masivos, mismos que no alcanzaron los resultados previstos dado que la temática propuesta en cada uno de ellos, no abarcaba los intereses de todo el personal en formación.


Actualmente, una nueva visión induce a concebir la actualización como un proceso de formación durante toda la vida, en donde el maestro se asume como el actor protagónico de los procesos de reforma educativa centrando el interés en su ACTITUD ya que con ello dará lugar a la revisión del bagaje de conocimientos individuales, estableciendo con ello un balance de competencias que le permita aceptar y trabajar por los cambios requeridos para transformar su propia práctica.


Por lo anterior, en varios países se inició desde hace algunos años la reconceptualización de la formación de los docentes en servicio comprendiendo para ello dos grandes estrategias:

  1. Talleres de reflexión sobre la práctica y el perfeccionamiento institucional, los cuales mostraron una enorme eficacia en lo individual, pero inadecuados como reconversión rápida y masiva del profesorado por lo que con posterioridad, se convirtieron en:

  2. Talleres de reflexión en contextos de trabajo colectivo, ya fuere interdisciplinario, o con los docentes de una misma área o especialidad, quienes dispusieron de herramientas y materiales pedagógicos para facilitar la comprensión y para inducir al diseño de actividades en el aula.


De tal forma, hoy día existe la necesidad de transformar la actitud del maestro frente al cambio y las condiciones de aisalmiento del trabajo docente, dado que se reconoce que el mejoramiento de la calidad de la educación no será posible no se incide en las ACTITUDES de la formación personal del docente, así como en las condiciones institucionales y estructurales que enmarcan su trabajo.


  1. REQUISITOS PREVIOS PARA UNA AUTOEVALUACIÓN

Elementalmente existen cuatro actitudes que el maestro debe aportar para adentrarse en el proceso de una exitosa autoevaluación. A continuación se describen algunos de los más importantes:


Primero:

  • Para aprender, hay que querer aprender. Y para querer aprender algo que sirva para mejorar la propia práctica, se debe relacionar lo que se aprende con la práctica.


Esto implica muchas disposiciones anímicas que nada tienen que ver con el programa y sí con la persona; actitudes que no frecuentemente se encuentran o son aceptadas no solo por la mayoría de los docentes sino de cualquier ser humano:

  • Suprimir seguridades (lo sé todo, no tengo necesidad de aprender nada)
  • Estar dispuesto a la crítica y a la autocrítica (de los alumnos, maestros, compañeros, familia, comunidad, y necesariamente de sí mismo)
  • Reconocer que se tienen carencias (estar preparados para recibir preguntas para las cuales no tendremos respuesta)
  • Asumir que la humildad es un elemento indispensable para crecer profesionalmente (aprender a decir "no sé", "lo desconozco", "no estoy enterado", "me falta información al respecto", "debo investigar sobre el particular", etc.)
  • Creer y confiar en que se puede aprender de los demás
  • Tener interés y cariño por los alumnos (proponerse enseñar mejor)
  • Sentir pasión por lo que se hace, disfrutando del trabajo como se goza al practicar el pasatiempo preferido.


Segundo:

  • Para aprender, hay que dedicar algo de tiempo para sí mismo y para los demás.


  • para investigar, leer, analizar la propia práctica y los conocimientos obtenidos
  • para crear nuevos ambientes de aprendizaje que permitan compartir el conocimiento (Redes educativas)
  • para apoyar a los alumnos y/o colegas, aclarando dudas, compartiendo conocimientos, apoyando distintas necesidades de aprendizaje
  • así como para brindar asesoría en la elaboración de los trabajos de tesis.


Aprender a dar un poco más de sí mismo, y hacerlo sin esperar recompensa alguna, es, en palabras de Gibrán Jalil Gibrán el gran poeta del Líbano, "Dar con alegría, concibiendo que en esa alegría se encuentra recompensa".


Tercero:

  • Para aprender hay que empezar por analizar las propias necesidades de aprendizaje.


Lo anterior significa:

  • situarse en el último curso de actualización realizado, tanto de manera institucional como aquella que se allegó por iniciativa propia para saciar las carencias y/o necesidades de conocimiento
  • realizar un análisis concienzudo de los conocimientos que impregnan las propuestas curriculares que operan en la educación básica, a fin de determinar los aspectos a reforzar en cada caso (balance de competencias)


Cuarto:

  • Cada maestro debe crear sus propios ambientes de aprendizaje como tarea personal.


En suma: la superación docente comienza por la actualización, aunque para acceder a ella, se debe estar CONVENCIDO de que se tiene NECESIDAD DE CONOCER MÁS (de lo que se enseña y de cómo se enseña).


  1. EL APRENDIZAJE DE LOS PROFESORES EN SERVICIO

Toca ahora abordar el tema de la forma en que aprenden los maestros en servicio. Y cabe la pregunta:


¿Cómo y por qué medios aprende el maestro en servicio?

Aunque cada maestro puede exponer cómo y por qué medios aprende, en general se puede asentar que el maestro en servicio aprende:

Por medio de su práctica diaria. Ya sea a través del ejercicio cotidiano de su saber profesional, así como de lo expuesto por sus alumnos y/o de otros colegas

A través de cursos de actualización. Ya sean éstos proporcionados por el sistema educativo, o tomados por iniciativa propia

Mediante la interacción. Con el medio social y familiar en el que se desenvuelve el docente

Y de manera autodidacta. En donde lee, investiga, adecua y reorienta, abunda o modifica su propia práctica, aspectos todos que deben derivarse de una reflexión honesta y profunda sobre su práctica docente.

El Consejo General de Investigación de Estados Unidos (National Research Council) analizó durante dos años los descubrimientos más actuales sobre los procesos de aprendizaje en el ser humano. Como resultado de dichos estudios, publicó el libro ¿Cómo aprende la gente? Cerebro, Mente, Experiencia" (How People Learn. Brain, Mind, Experience, and School.), en cuyo capítulo 6 denominado "El diseño de ambientes de aprendizaje" (The Design of Learning Environments pp. 129-154), describe y analiza tres grandes ambientes como plataforma para adquirir conocimiento:


  1. Centrados en el conocimiento. Los cuales se generan por cursos formales de actualización.
    1. Centrados en comunidades. Con los alumnos, en colegiado, por áreas de conocimiento (especialidad), por planta docente, y en combinación con otras instituciones tanto nacionales como internacionales.


  1. Centrados en la evaluación.
    Cuando interviene una evaluación se genera un ambiente de aprendizaje diferente. La evaluación puede provenir de un tutor, un colega, los alumnos o la propia reflexión (autoevaluación).

El tema que hoy ocupa, se inserta en los ambientes centrados en la evaluación, por lo que se continúa con el punto medular de esta exposición: la autoevaluación del desempeño profesional.


  1. AUTOEVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO PROFESIONAL

La reflexión y el análisis de la práctica docente tiene, en la autoevaluación del profesorado, una de sus opciones más valiosas y enriquecedoras pues involucra al propio actor del proceso docente.


Por lo anterior, el maestro deberá:

  • Asumir la responsabilidad de reflexionar críticamente sobre la propia acción con el fin de reconducirla o mejorarla
  • Asumir la propia autonomía dentro del proceso educativo
  • Reconocer la importancia del trabajo en equipo y de la interacción docente en las tareas educativas


¿Cómo se definen los aspectos para autoevaluarse?

Éstos parten de la propia reflexión, y aunque a continuación se puntualizan algunos de ellos, se asume que cada profesor encontrará seguramente muchos más aspectos para abonar a su propia evaluación:


SOBRE MI PERSONA:

Requisitos indispensables para iniciar una autoevaluación real.

  • ¿acepto de antemano auto-examinarme con veracidad y objetividad?
  • ¿permito que mis colegas y alumnos me hagan alguna observación?
  • ¿estoy abierto a la crítica?
  • ¿soy un" egologista" reconocido?, ¿soy un maestro "acabado"?
  • ¿estoy dispuesto "desempolvarme"? ¿a crear, innovar, revolucionar, incursionar en las TIC, trabajar en equipo?
  • ¿estoy consciente que los procesos de reflexión, análisis y superación tomarán una buena porción de mi tiempo?
  • ¿he realizado un balance de las competencias docentes que poseo y he detectado las áreas de oportunidad que debo cumplimentar?


SOBRE LOS CONTENIDOS DE LA ASIGNATURA QUE IMPARTO:

  • los contenidos que imparto, ¿tienen utilidad directa con la labor profesional que desarrollarán mis alumnos una vez egresados?
  • ¿les planteo una vinculación objetiva de los contenidos de la asignatura con la práctica educativa que desempeñarán en el campo laboral?
  • ¿inicio mi curso situando la asignatura en el contexto (nivel, especialidad) en el que el alumno podrá aplicar los conocimientos en el campo laboral? (interés para el estudiante)
  • la literatura en la que baso mi curso ¿es reciente? o sigo instalado en "los clásicos"
  • personalmente, ¿qué tanto leo (si es que leo) por semana, mes, sobre la especialidad (es) que imparto?


SOBRE LOS MÉTODOS DE ENSEÑANZA QUE UTILIZO:

  • ¿resulta interesante para los alumnos la manera en que expongo la clase?, ¿cómo lo sé?, ¿cómo lo detecto?
  • ¿qué tanto ha variado la forma de enseñar de los contenidos que imparto de cinco, diez años a la fecha?
  • las formas de enseñar que utilizo (métodos y/o técnicas de enseñanza) ¿son las mismas de "siempre"?
  • ¿transmito información sobre distintos temas? o induzco a los alumnos a descubrir por sí mismos el conocimiento
  • ¿les hago reflexionar, analizar los contenidos que se abordan?, ¿los orillo a investigar, analizar, comentar, debatir, construir su propio conocimiento?


SOBRE LAS ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE QUE PLANTEO:

  • ¿he inducido a los alumnos a desarrollar un pensamiento estratégico a través de actividades como la lectura, el análisis, la síntesis y redacción de lo aprendido?
  • ¿he fomentado en los alumnos la reflexión y he desarrollado en ellos la capacidad para emitir una opinión personal y debatir sobre un tópico determinado en el grupo? (pensamiento crítico-reflexivo)
  • ¿he propiciado en los alumnos el trabajo en equipo por medio de actividades grupales que les permitan desarrollar proyectos o solucionar problemas de manera conjunta?
  • ¿he orillado a los alumnos a utilizar las tecnologías de la información y la comunicación a través de trabajos individuales y grupales a través de Internet? (búsqueda de información, remisión de trabajos por medio de correo electrónico, inserción de artículos en páginas web, intercambio de opiniones en grupos de discusión, grupos de trabajo en línea, etc.)
  • ¿induzco a mis alumnos a reflexionar, analizar, criticar, investigar y proponer acerca de los contenidos de la asignatura y/o las formas de enseñar?, ¿qué tan abierto soy a la crítica?, la acepto/la censuro, la evito/la demando, no la necesito/la requiero
  • ¿he escrito alguna vez sobre el tema/ especialidad que manejo y/o sobre algunas de mis experiencias laborales?
  • ¿solicito aportaciones verbales y escritas de mis alumnos y colegas? o soy un maestro "acabado"
  • ¿qué tanto trabajo en equipo?, ¿comparto experiencias, trabajos, escritos, investigaciones?
  • ¿contamos, los alumnos y los profesores con círculos de lectura?
  • ¿recibimos retroalimentación de alumnos y maestros de manera presencial y grupal; en línea y presencialmente?
  • ¿hemos considerado poner en marcha proyectos innovadores para actualizarnos todos (maestros/alumnos)? páginas web, correos grupales, publicación de revistas?
  • ¿he/ hemos puesto en práctica estrategias presenciales y/o en línea para apoyar a nuestros alumnos con sus dudas y/o carencias una vez que han finalizado la asignatura y/o carrera?
  • ¿como especialista en una asignatura/materia/área de conocimiento, asesoro/oriento a los alumnos en sus proyectos de tesis?, ¿si?, ¿no?, por qué...


SOBRE MI PRÁCTICA:

  • ¿qué esperaba lograr al inicio del curso? y ¿qué tan cerca estoy de los objetivos propuestos?
  • ¿qué esperaban los alumnos de la presentación y desarrollo de la asignatura?, ¿estoy cubriendo sus expectativas?
  • ¿dedico tiempo extra para apoyar y guiar a los alumnos en la búsqueda del conocimiento?
  • ¿qué tanto empleo los medios tecnológicos para actualizar mi conocimiento?
  • ¿he escrito alguna vez sobre el tema/ especialidad que manejo y/o sobre algunas de mis experiencias laborales?
  • ¿trabajo en equipo con los compañeros de mi especialidad o nivel escolar?
  • ¿intercambio experiencias con maestros de otras instituciones?
  • Para evaluar la forma en que me desempeño al impartir una clase, exposición, conferencia, taller etc., ¿he propuesta alguna vez a un colega que actúe como observador para realizar una evaluación crítica de mi práctica docente y así poder mejorarla?
  • ¿hasta este punto, reconozco mis actuales carencias?
  • ¿estoy consciente del área en la que requiero actualización?
  • ¿qué necesito saber y/o poner en práctica para estar vigente?
  • Mi ACTITUD actual ¿me demanda elaborar y poner en práctica un programa personal de formación profesional como punto de partida hacia un proceso de actualización permanente?
  • Finalmente, ¿Estoy dispuesto a gestionar con mis colegas un programa grupal de mejoramiento profesional?


Me resta más que agregar a manera de colofón una sabia frase de Vasconcelos:


"El magisterio debe mirarse como una vocación, y debe llevarse adelante con la ayuda del gobierno, si es posible; sin su ayuda, si no la presta, pero fiándolo todo en cada caso, a la fe en una misión propia y a la causa del mejoramiento humano".



BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA



AGUERRONDO, Inés, 2003, Formación docente: desafíos de la política educativa, Cuadernos de Discusión 8, SEP, México.

AIRASIAN, Peter W., y Gullickson, Arlen, R., 2000, Herramientas de autoevaluación del profesorado,
Ed. Mensajero: Bilbao.

IPN, 2006, Diplomado: Formación y Actualización Docente para un Nuevo Modelo Educativo, Tema: Análisis de la práctica y autoevaluación docente. Instituto Politécnico Nacional. http://www.cecoax.ipn.mx/Modulo1/tema3_2_1.html

LATAPÍ, Sarre Pablo, 2003, ¿Cómo aprenden los maestros?, En: Cuadernos de Discusión, 6, México: SEP.

MONEREO, Carles, M. Castelló, M. Clariana, M. Palma y M. L. Pérez, 1998, Estrategias de enseñanza y aprendizaje. Formación del profesorado y aplicación en el aula, Editores: SEP/CE/Graó.

NATIONAL RESEARCH COUNCIL, 1999, ¿Cómo aprende la gente? Cerebro, Mente, Experiencia, y Escuela, Bandsford, EUA. Capítulo 1 en: http://www.eduteka.org/ComoAprendeLaGente.php3

PERRENOUD, Philippe, 2004, "Diez nuevas competencias para enseñar", SEP – Editorial Graó, México.

ROMÁN, Pérez Martiniano y Eloisa Diez López, 2000, Diseños Curriculares Aplicados, Novedades Educativas, Buenos Aires.

SAINT-ONGE, Michel, 2000, Yo explico pero ellos... ¿aprenden?, En: Biblioteca para la Actualización del Maestro. SEP, México.

ZARZAR, Charur Carlos, 2000 "Habilidades básicas para la docencia", Editorial Patria, México.

DIEZ SUGERENCIAS PARA MEJORAR LA PRÁCTICA EDUCATIVA EN EDUCACIÓN FÍSICA


DIEZ SUGERENCIAS PARA MEJORAR LA PRÁCTICA EDUCATIVA EN EDUCACIÓN FÍSICA


Por María de Lourdes Sánchez Franyuti

lourdesanfran@gmail.com

Diversos estudios realizados en torno al aprovechamiento escolar, han revelado que el bajo nivel de aprendizaje alcanzado por los alumnos es, en gran parte, resultante de los métodos equivocados que empleamos los maestros en la práctica diaria. Propiciar la reflexión y análisis sobre este ejercicio, es causa obligada para todos los docentes, quienes al transformar nuestra praxis estaremos marcando pautas para mejorar el desempeño escolar de los estudiantes.

Si bien es cierto que el concepto de calidad engloba la evaluación de todos los elementos que conforman el sistema educativo en su conjunto, en el seno de cada centro escolar se puede definir a la calidad educativa como el logro de aprendizajes relevantes para la vida, significando entonces, que todo aquello que el niño aprenda en la escuela, deberá serle de utilidad a lo largo de su existencia. A partir de esta concepción, el profesor tenderá a proponer nuevas estrategias al impartir su clase en orden de obtener mejores resultados en la formación del niño y el adolescente.

Para lograr una educación de calidad, el profesor de educación física orientará sus esfuerzos hacia el desarrollo de competencias cognoscitivas, ejercitando en el niño la comunicación verbal aunada al arte de saber escuchar. Deberá propiciar en el niño el gusto por el autodescubrimiento, planteándole problemas que individualmente irá resolviendo a fin de desarrollar su imaginación y su creatividad paralelamente a la constitución y adopción de un pensamiento analítico, reflexivo y crítico.

Deberá transmitir valores a través del ejemplo y mantener siempre motivado al alumno, proponiéndole actividades que conlleven retos y procurándole experiencias de aprendizaje atractivas de acuerdo a su edad y capacidad.
Asimismo, las prácticas que el maestro proponga tenderán a mostrar al alumno el mundo natural, cultural y social en el que se desenvuelve, con el objeto de hacerlo partícipe de la construcción de su entorno.

Una reflexión que surge a este respecto, es la de contemplar que de aproximadamente 500 niños con los que el maestro de educación física trabaja en promedio durante un año escolar, posiblemente ninguno de ellos llegue a destacar a nivel nacional en algún deporte y quizás sólo unos cuantos elijan como profesión a la Educación Física; pero indudablemente para todos ellos, las habilidades, actitudes, hábitos y valores que el profesor les inculque a lo largo de la educación básica, formarán parte vital de su personalidad.

Lo anterior pone de manifiesto que el docente de educación física contribuye en forma sustancial a lograr los propósitos que la educación básica se plantea, dado que su materia constituye una plataforma ideal para tal efecto.

Por lo anterior, consideramos diez observaciones generales para favorecer significativamente la labor del profesor, entre ellas, algunas propuestas por la doctora Sylvia Schmelkes, mismas que se han bajado al contexto específico de nuestra materia. Sería deseable que todas ellas fueran tomadas en cuenta, tanto al elaborar un programa de trabajo, como posteriormente a la hora de estar frente al grupo:

1. Los alumnos aprenden más cuanto más participan en clase por lo que el maestro deberá:
a. Generar dudas
b. Solicitar propuestas
c. Fomentar la participación de todos en tareas conjuntas

2. Los alumnos aprenden más cuando sienten interés por lo que hacen por lo que el maestro deberá:
a. procurar experiencias de aprendizaje atractivas y variadas
b. Propiciar un ambiente de cordialidad y entusiasmo durante la clase

3. Los alumnos aprenden más cuando se les da la oportunidad de descubrir por sí mismos:
a. Resolviendo problemas
b. Investigando sobre algún tema
c. Elaborando nuevas formas de acción
d. Diseñando variables alternativas en cada una de las actividades propuestas

4. El profesor deberá tener en cuenta que mientras más hagan los alumnos por su cuenta, más oportunidad tendrán de aprender

5. Los alumnos aprenden más cuando tienen oportunidad de pensar sobre lo que han aprendido al:
a. Autoevaluarse
b. Comentar lo aprendido
c. Platicar sobre sus dificultades
d. Plantear sus inquietudes

6. Los alumnos aprenden más, cuando acceden al conocimiento por diversas vías:
a. Variando las actividades que se le presentan
b. Encontrando nuevas formas de lograr un objetivo
c. Diversificando el uso de los materiales y espacios utilizados

7. Entre más se diversifiquen las formas de enseñar, más oportunidad habrá de aprender:
a. Jugando
b. Experimentando
c. Dibujando
d. Discutiendo
e. Escribiendo
f. Leyendo
g. Investigando

Aquí cabría señalar que la variabilidad en la práctica es un recurso idóneo que el maestro debe poner en juego durante todas las sesiones (aunque dada la importancia de este tema, merece capítulo aparte).

8. Los alumnos aprenden cuando más crean por lo que es importante ir siempre más allá de lo que señalan los programas, apelando a la creatividad del alumno y al espíritu innovador del docente.

9. Los alumnos aprenden más cuando se sienten respetados y cuando aprenden a respetar a los demás:
a. Contando con el apoyo de todos los participantes
b. Sintiéndose con las mismas oportunidades de competir que sus compañeros
c. Haciéndole sentir igual de importante que los demás integrantes del grupo

10. Los alumnos aprenden más cuando logran la confianza en ellos mismos, por lo que hay que:
a. Celebrar sus avances
b. Reforzar sus habilidades y virtudes
c. Hacerles ver que los errores son fuente de crecimiento
d. Recordándoles que el esfuerzo y la constancia ayudan a mejorar sus capacidades

Aunque todas estas acciones parecen sencillas, conllevan en sí un cambio de mentalidad y disposición del docente para realizar transformaciones en el proceso enseñanza-aprendizaje; un cambio de técnicas de enseñanza, en donde queden a la zaga las formas conductivistas de antaño y se opte por ejercer nuevas formas de interacción con los alumnos.

Tomar la alternativa de ser guía y facilitador de la enseñanza, permitiendo al unísono que el alumno identifique problemas, resuelva tareas y proponga acciones tendientes a desarrollar todas sus potencialidades.

Finalmente sería conveniente recordar las palabras de Jacques Florence:

"El profesor eficaz es aquel que por la diversidad de sus capacidades, tratándose de estímulos pedagógicos, llega a amar y hacer vivir intensamente la educación física".

El reto se hace presente... ¿Cuántos de nosotros estamos dispuesto a afrontarlo?

BIBLIOGRAFÍA


1. FLORENCE, Jacques. (1991). Problemática general de la motivación. En: Antología de Educación Física. Enero 2000. SEP: México. Pág. 135.

2. SCHMELKES, Sylvia. (1995). Cómo se aprende mejor: notas para discusión. En: Documentos: Proyecto Escolar, II, Guanajuato. Estado de Guanajuato: México. Pp. 35-36

3. SCHMELKES, Sylvia. (1997). La calidad en la educación primaria. Un estudio de caso. Fondo de Cultura Económica: México. Pp. 24-26.

4. SEP. (1994). Programa de Educación Física para preescolar, primaria y secundaria. DGEF: México pp. 3-7

5. SEP. (2001). Programa Nacional de Educación 2001-2006. SEP: México. Pág. 123

martes, 6 de mayo de 2008

ANÁLISIS DE LA ENSEÑANZA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA.

ANÁLISIS DE LA ENSEÑANZA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA. ¿ESTÍMULO O AMENAZA?

Miguel Ángel Delgado Noguera.

Universidad de Granada.

1.- Introducción.

    El análisis de la enseñanza de la Educación Física y el Deporte está asociado a la evaluación de la práctica docente, a la observación sistemática en aula y a la formación del profesorado.

    El estudio y análisis de la enseñanza como objeto de estudio están teniendo cada vez más importancia tanto en la investigación didáctica como en la formación del profesorado de Educación Física.

    Con el nuevo plan de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte se ha incorporado una asignatura optativa, denominada: Análisis de la Enseñanza de la Educación Física y el Deporte.

    El análisis y observación de la enseñanza de la Educación Física y el Deporte ha tenido diversas utilidades:

  • Cómo medio de recogida de datos sobre la clase y como método para la formación de los profesores durante las prácticas de enseñanza dentro del Plan de Estudios.
  • Cómo instrumento de selección del profesorado, a través de la observación y el análisis de una clase de Educación Física, se pretendía conocer los conocimientos didácticos y la competencia profesional de los opositores a las plazas de profesores en la enseñanza secundaria (enseñanzas medias, bachillerato).
  • Cómo medio de investigación didáctica en la enseñanza de la Educación Física.
  • Cómo instrumentos para el asesoramiento de los profesores con la incorporación de la Reforma de la Enseñanza. Los asesores deberían conocer instrumentos de observación y análisis de las clases para poder diagnosticar y prescribir actuaciones a los profesores.

    El problema de estos estudios y análisis realizados es que únicamente se observaban lo que sucedía en el aula y se centraban casi exclusivamente en los comportamientos de los docentes. Hoy, sólo se entiende un análisis multivariado y como metaanálisis de la clase de Educación Física.

    La vida en el aula no puede ser estudiada únicamente desde la perspectiva de los sucesos o hechos observados sino que como dice Santos Guerra (1990) hay que hacer visible lo cotidiano (lo invisible), lo que no se manifiesta de manera clara.

No hubiéramos querido centrarnos únicamente en el análisis de la enseñanza de la Educación Física en la persona del profesorado pero la necesidad de acotar este tema nos obliga. No obstante, dejaremos muy claro que el análisis de la enseñanza tiene otros objetos de estudio: los alumnos, el contenido, los materiales curriculares (libros, vídeos, etc.), la programación, los currícula oficiales, los documentos de las reuniones de los órganos directivos, los materiales personales del alumno (libreta, diarios), las instalaciones, etc.

Del análisis de todos los elementos, o al menos de los más relacionados podremos estudiar con más garantía la vida en la clase de Educación Física.

    Un análisis puntual y parcial no nos puede servir para encasillar al objeto o sujeto estudiado sino que habría que estudiar y analizar la situación de una manera globalizada y de forma continua.

Indicar que de la misma forma que analizamos la enseñanza de la Educación Física y el Deporte, de manera similar se puede estudiar y analizar el entrenamiento deportivo.

    El objeto de este trabajo es convencer de las ventajas que tiene el análisis de la enseñanza para el profesor, considerado aisladamente, y para el profesorado como equipo docente y dentro de su centro docente para continuar su formación y desarrollo como profesional. El análisis de la enseñanza no puede ser un estorbo sino una ayuda excelente de mejora profesional.

    La preocupación por la evaluación y el análisis de la enseñanza se manifiesta de forma clara en el nuevo sistema educativo.

    En la LOGSE en su título preliminar, artículo 2. 3. se dice: "La actividad educativa se desarrollará atendiendo a los siguientes principios: ... i) la evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizaje, de los centros y de los diversos elementos del sistema."

    En el artículo 55, se recoge que: "Los Poderes públicos prestarán atención prioritaria al conjunto de factores que favorecen la calidad y mejora de la enseñanza, en especial a: ... g) la evaluación del sistema educativo."

    Por último en el artículo 62, se crea el Instituto Nacional de Calidad y Evaluación; en su punto 1, se indica que: "La evaluación del sistema educativo se orientará a la permanente adecuación del mismo a las demandas sociales y a las necesidades educativas y se aplicará sobre los alumnos, el profesorado, los centros, los procesos educativos y sobre la propia Administración."

    Para evaluar la práctica docente tenemos evaluar al profesor no solamente en su actuación en la clase sino también antes de la clase, sus teorías y creencias acerca de la enseñanza (teorías implícitas de Marrero), acerca de los estilos de enseñanza (cuestionarios sobre los estilos de enseñanza, DEMEVI), etc.

    Además, se tiene que evaluar otras actividades profesionales en relación con la institución, los compañeros, la investigación, las actividades de perfeccionamiento.

    La evaluación del profesorado no abarca únicamente lo que realizar en la clase sino que tiene que incluir otras funciones complementarias que constituyen su actuación como profesional de la enseñanza. Podemos destacar entre otras:

  • Programar la enseñanza. Planificar la actividad.
  • Coordinarse con los compañeros.
  • Relacionarse con los padres.
  • Atender a la tutoría.
  • Participar en el proyecto colectivo.
  • Relacionarse con los alumnos.
  • Relacionarse con los compañeros y con los directivos.

El análisis de la enseñanza de la Educación Física y el Deporte deberá formar parte de nuestra vida profesional con el fin de mantener y desarrollar nuestra capacidad profesional.


 

2.- Conceptualización del análisis de la enseñanza de la Educación Física.

    Recogemos, a continuación, las definiciones más comunes de la palabra "Análisis" que ofrecen algunos de los diccionarios más usados. Así Casares (1981) en su Diccionario Ideológico de la Lengua Española lo concibe como "distinción y descomposición de las partes de un todo" y en sentido figurado "el examen que se hace de una obra", por extensión el examen que se hace de un entrenamiento.

    El Diccionario de la Real Academia Española (D.R.A.E.) concibe como "distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos" y en sentido figurado también como el "examen que se hace de alguna obra, de un escrito o de cualquier realidad susceptible de estudio intelectual."

    Quizá no sea de mucho interés la acepción médica de análisis clínico, "Examen cualitativo y cuantitativo de ciertos componentes o sustancias del organismo según métodos especializados, con un fin diagnóstico". "Resultado de este examen".

    En nuestro caso el examen, estudio que se hace o realiza sobre la enseñanza, sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje.

    No entendemos el análisis de la enseñanza, como la evaluación de la práctica docente, como instrumentos de recogida de información a través de la que emitimos unos juicios de valor sin más, sino que teniendo como base la información, emitiremos juicios que nos llevarán a tomar decisiones.

    Como dice Santos Guerra (1993): "Lo más importante no es hacer la evaluación del profesorado. Ni siquiera hacerla bien. Lo verdaderamente importante es saber a quién va a favorecer, al servicio de quién se va a poner, qué tipo de beneficios va a reportar"

    Es conveniente, en algún momento de nuestra "vida profesional", y probablemente más cuando llevamos varios años trabajando, realizar algún "chequeo didáctico" que nos informe acerca de "nuestro pulso profesional", del estado de "nuestro corazón de profesor" y de otros órganos vitales de la profesión. Con ello nos alertará sobre nuestra "esclerosis profesional" (endurecimiento, rigidez didáctica) y de nuestra "artrosis docente" y podremos tomar las medidas oportunas para elevar nuestro nivel vital docente.

    Pero los análisis didácticos no hay que realizarlos únicamente en el ocaso profesional sino que deberían introducirse en la cultura profesional como actividades periódicas en al vida de los enseñantes.

2.1.- Análisis de los comportamientos docentes.

    El profesor/a es un elemento importante a considerar en el enseñanza de la Educación Física y Deportiva. Las conductas, comportamientos y actitudes que desarrolla durante la enseñanza pueden y deben ser analizados. Cuando se observa al profesor podemos destacar una serie de comportamientos: de organización, de dirección, de gestión, de información, de relación con los alumnos/as, etc. Todas éstas son conductas que lleva a cabo sin cesar durante el tiempo que dura la clase. ¿Cuáles son esos comportamientos? ¿Con qué frecuencia suceden? ¿Son todos de la misma importancia?

    Si observamos las conductas de dos profesores: uno experto y otro novel, ¿se aprecian diferencias significativas?

El análisis de la enseñanza centrado en los comportamientos docentes debe ir acompañado del análisis conjunto de uno o más de los elementos que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

    Este análisis, además, se realizará tanto con instrumentos de recogida de datos cuantitativos como cualitativos.

2.2.- Funciones del análisis de los comportamientos docentes.

    Las funciones generales que tiene el análisis de los comportamientos del profesor son muy variadas. Se pueden resumir en las siguientes:

    1ª- Describir lo que realmente ocurre en la clase. Esta descripción nos permite conocer las notas características de esa clase observada y analizada Con el análisis de las conductas del profesor podremos conocer mejor la enseñanza y, a su vez, comprender la complejidad del acto de enseñar así como distinguir los diferentes elementos que intervienen en el proceso de enseñar y aprender.

    Las funciones principales según Pieron (1986) de esta aproximación descriptiva al estudio del proceso de enseñanza son:

    1.1.- Facilitar la identificación de las formas habituales o inhabituales de la intervención del profesor.

    1.2.- Confrontar las observaciones con los principios teóricos, permitiendo verificar en qué medida la teoría se hace práctica en la enseñanza.

    1.3.- Proporcionar al profesor una imagen de su actuación, asegurando un feedback objetivo de la misma.

    1.4.- Sugerir variables a manipular en estudios experimentales.

    2ª.- Diagnosticar y valorar las competencias o capacidades docentes del profesor/a. Con este diagnóstico y valoración se puede ayudar al profesor en formación o al profesor en activo para que pueda mejorar o modificar sus conductas como enseñante y poder ser más eficaz en su cometido de enseñanza.

    3ª.- Conocer los comportamientos de los alumno/as que se producen de cara a la enseñanza o intervenciones didácticas de su profesor. Las conductas tanto de profesor como de los alumnos no se observarán siempre de una manera aislada sino analizando las interacciones que se producen. Así cuando un profesor está organizando e informando sobre los grupos de trabajo durante una clase, comprobar cuáles son las respuestas de los alumnos a estas instrucciones de organización.

    4ª.- Favorecer una actitud crítica y reflexiva de mejora profesional del profesor que considera el análisis didáctico de la enseñanza como una manera de mejorarse a sí mismo y obtener mejores resultados con su actuación como profesor. Igualmente permite concienciar al profesor para modificar sus rutinas y conseguir una enseñanza más variada, con incorporación de paulatinas innovaciones que le permitan ser mejor profesional cada día.

    5ª.- Conocer mejor lo que piensan tanto el profesor como los alumnos sobre sus actuaciones en la clase. Cómo median tanto el profesor como los alumnos con el contenido de la enseñanza (con lo que se hace en la clase).

    6ª.- Convencer de la importancia del trabajo en equipo y del análisis posterior, reflexión en grupo del profesor y diferentes elementos personales que intervienen en la misma.

    7ª.- Ayudar al profesor/a para optimizar los resultados en la enseñanza. Cuanto más datos tengamos sobre las conductas que se generan en la clase mayor información tendremos para valorar sobre la eficacia de la misma.

    8ª.- Conocer y aplicar instrumentos de análisis de enseñanza.

    9ª´.- Permitir investigaciones sobre la enseñanza en base a conseguir los mejores resultados. La utilización de instrumentos y técnicas de análisis de enseñanza servirán para avanzar en la investigación de la enseñanza.

    La intención particular y esencial de la evaluación (análisis) de la práctica docente es mejorar la calidad de la enseñanza. Las intenciones de la evaluación (análisis) de la práctica docente son (Blanco Prieto, 1994):

  1. Ajustar la práctica docente a las peculiaridades del grupo y a cada alumno.
  2. Comparar la planificación curricular con el desarrollo de la misma.
  3. Verificar el nivel de coordinación de las acciones educativas.
  4. Detectar las dificultades y los problemas.
  5. Potenciar los aciertos y las acciones favorables.
  6. Intervenir oportunamente en el proceso para reconducirlo como mejor proceda.
  7. Garantizar la participación y actuación comprometida de profesores y alumnos.
  8. Fomentar la competencia profesional.
  9. Promover la motivación por la tarea.
  10. Justificar parcialmente los resultados académicos.
  11. Potenciar las acciones cooperativas entre los profesores.
  12. Favorecer la reflexión individual y colectiva.
  13. Profundizar en el conocimiento profesional mutuo.
  14. Garantizar una mejor distribución de tareas y responsabilidades.
  15. Diagnosticar carencias formativas.
  16. Orientar convenientemente la actualización del profesorado.
  17. Canalizar el asesoramiento específico.
  18. Compartir experiencias educativas.
  19. Desarrollar capacidades críticas, autocríticas y de aceptación de críticas.
  20. Superar la cultura del aulismo.
  21. Promover la motivación profesional intrínseca.
  22. Mejorar las redes de comunicación y coordinación interna.
  23. Adecuar la actuación del profesor a lo que demanda la sociedad contemporánea.
  24. Promover la formación en materia de evaluación.
  25. Cumplir con la normativa vigente.
  26. Favorecer el trabajo colaborativo entre los profesores.

Por tanto, la evaluación de la práctica docente no tiene otra finalidad que el revisar las acciones de los profesores con el fin de mejorarlas.

2.3.- Análisis y calidad de enseñanza de la Educación Física.

    La razón última de todo análisis de una clase es la eficacia en la misma. La observación de las conductas del profesor y del alumnado, así como las conductas de interacción entre ambos, junto con otros tipos de controles y análisis de instalaciones, libros, medios, etc. nos permiten garantizar que lo que está sucediendo en las clases tiene el máximo potencial de éxito y que se deberá reflejar, en la mayoría de los casos, en los resultados de la misma.

Si uno de nuestros objetivos de una clase consiste en que el (los) alumnos (as) mejoren una determinada técnica o habilidad de su deporte que hemos constatado que falló en la clase anterior y durante la clase observamos que el profesor (a) apenas ha impartido correcciones, su tasa de feedback es muy reducida puede asegurar que esa clase no ha podido cumplir su objetivo ya que apenas ha posibilitado a los alumnos recibir la información necesaria para mejorar.

Igualmente ocurre si analizando una clase se observa que el profesor pierde mucho tiempo en tareas no directamente relacionadas con la enseñanza, obviamente el tiempo útil de práctica con relación a la enseñanza debe ser mejorado ya que está gestionando inadecuadamente el tiempo disponible.

    Analizando ciertos comportamientos del profesor podemos predecir la eficacia de la clase y los posibles efectos, resultados en los alumnos:

  1. Conocer si los profesores respetan los principios generales emitidos por los especialistas en la enseñanza para situaciones de aprendizaje.
  2. Conocer si los profesores ponen en práctica las consignas relativas al modo de enseñar considerado como más conveniente.
  3. Identificar el "saber hacer" no contemplado por los especialistas en enseñanza y, sin embargo, utilizado con regularidad por los profesores.


     

3.- Antecedentes del análisis de la enseñanza.

    Cuando queremos valorar la actividad profesional, en general del profesorado, tendríamos que declarar cuál es nuestra concepción y el perfil del profesorado que utilizamos como referencia. Estas referencias, como se conoce, han evolucionado.

    - MODELO PRESAGIO. Hasta la década de los sesenta el foco estaba centrado en la evaluación de las características personales. Así, Ryans (1960) pretendía:

  • Identificar y analizar los esquemas de comportamiento en la clase, las actitudes y cualidades (intelectuales y afectivas) que caracterizan a los docentes.

    En ellas se incluyen 22 rasgos bipolares de los cuales sólo cuatro correspondían a los alumnos.

Ejemplo: 

comportamiento eficaz 

comportamiento ineficaz 

vivo, entusiasta 

apático, triste, parece aburrirse 

alegre, optimista

deprimido, pesimista, parece desgraciado

posee dominio de sí mismo 

se exalta, se perturba fácilmente 

.... 

…. 

    La agrupación de estos rasgos se centra en:

  • Comprensión, disponibilidad y apertura a los demás.
  • Método y sentido de la responsabilidad.
  • Cualidades de originalidad, creatividad y actividad del profesor.

    Este modelo de análisis está relacionado con el modelo personalista de la formación del profesorado.

    - MODELO COMPORTAMENTAL. A partir de los años sesenta, el énfasis se centra en el análisis de la interacciones del profesor en el aula. La evaluación del profesor se realiza por el grado de dominio de las competencias del profesorado, es decir, en función del perfil modélico del profesor. Se basa solamente en conductas observables.

    - MODELO DECISIONAL. A partir de los setenta se plantea una evaluación del profesorado desde una perspectiva cualitativa, tratando un modelo de evaluación relacionado con la toma de decisiones del profesorado y en una línea de evaluación basada en la crítica artística (Eisner, 1979) concibiendo la enseñanza como arte y el profesor como artista. También aparece la consideración de la evaluación basada en la negociación (Parlett y Hamilton, 1972). En definitiva, el objetivo fundamental es mejorar la práctica diaria a través del análisis crítico de la misma por parte de los sujetos que participan en ella (profesorado y alumnado) con un enfoque procesal que no olvida los resultados.

    El análisis de la actuación del profesor se sirve de métodos como:

  • Descubrimiento de la estrategia.
  • Modelo de lente.
  • Rastreo del proceso.
  • Estimulación del recuerdo.

    Los modelos anteriores están relacionados con los modelos de formación del profesorado (González, 1995) basados en la racionalidad técnica y racionalidad práctica.

    - MODELO INDAGACIÓN. En este enfoque del análisis de la enseñanza ponemos el énfasis en la reflexión y análisis crítico. Se analiza desde un perspectiva cualitativa cómo construye y desarrolla el profesor su conocimiento profesional.

    Nos servimos para su análisis de lo que declara el profesor acerca de su actuación (pensamiento) y de las repercusiones que el considera que tiene sus actuaciones.

    Estudian el comportamiento docente a través de sus creencias, teorías, actitudes y pensamientos acerca de la enseñanza de la Educación Física.

    El estudio del pensamiento del profesor y del alumno ayudan a conocer la construcción del conocimiento profesional y escolar de los dos agentes de la enseñanza.

    - MODELO SOCIAL. Entiende la enseñanza como práctica social que se ha ido conformando a través de un proceso de interacción social, histórica, cultural y económica.

    El análisis de la enseñanza desde este modelo seguirá los presupuestos de los estudios de casos y etnografía.

    - MODELO INTEGRADOR. Trata de analizar la enseñanza desde una perspectiva integradora que busca la manera de aglutinar diferentes métodos y técnicas de estudio con el fin de estudiar de manera holística los procesos de enseñanza y aprendizaje desde diversas perspectivas, a veces, incluso aparentemente contrapuestas.

4.- Análisis cuantitativo o análisis cualitativo.

En el análisis de la enseñanza de la Educación Física nos podemos posicionar desde un paradigma cuantitativo o cualitativo o bien aprovechar las ventajas de ambos modelos de análisis.

    El paradigma cuantitativo se basa en las concepciones del profesor competente dentro de las investigaciones presagio - producto y proceso - producto. Se centra fundamentalmente en el Hacer, en las conductas observables.

    El paradigma cualitativo se basa en el profesor que toma decisiones, reflexivo que propugnan las investigaciones centradas en el pensamiento del profesor y del alumno (mediacional) y en el paradigma ecológico. Se centra el Ser.

Podemos considerar estos paradigmas de una manera integradora como hemos comentado en el modelo de análisis integrador de la enseñanza de la Educación Física y el Deporte.

Son muchos los instrumentos de análisis de la enseñanza de la Educación Física que podemos emplear para estudiar nuestra clase.

    Los instrumentos de análisis de la enseñanza que emplean esencialmente en estos paradigmas son:

CUANTITATIVO:        

CUALITATIVO:

Cuestionarios.             

Grabaciones. Vídeo.         

Observaciones.             

Resultados alumnos.         

Opiniones de los alumnos. 

                 

Diarios y registros narrativos.

 

Autoevaluación. 

             

Biografías. 

                 

Documentos curriculares.

                 

Entrevistas. 

                 

Dialogo (grupo de discusión)

    Nosotros nos posicionamos en un paradigma o modelo integrador: cualitativo con aportaciones cuantitativas.

5.- El análisis de la enseñanza de la Educación Física ¿estimulo o amenaza?.

El análisis de la enseñanza tiene que servir como ayuda al profesor para mejorar su calidad de enseñanza, para ello ha de comprometerse de manera individual y dentro de la escuela.

    Dean (1991) plantea los siguientes propósitos de la evaluación del profesorado, por ende del análisis de la enseñanza:

    a) AYUDAR a los profesores a identificar vías que realcen sus destrezas profesionales.

    b) AYUDAR a la planificación del perfeccionamiento y el desarrollo profesional de los profesores individual y colectivamente.

    c) AYUDAR a cada profesor, a los directivos y a los gobernantes a ver dónde se puede intervenir con una nueva o modificada iniciativa.

    d) IDENTIFICAR el potencial de los profesores para el desarrollo profesional con la intención de ayudarles cuando fuera posible, con el entrenamiento en la práctica.

    e) PROPORCIONAR ayuda a los profesores con dificultades en su tarea a través de la orientación adecuada y el ejercicio pertinente.

    f) INFORMAR a los responsables para que tengan referencias de los profesores."

    Los componentes de la evaluación (del análisis de la enseñanza) son: aptitud docente; competencia docente; intervención docente y efectividad docente. Blanco Prieto (1994).

    - La APTITUD DOCENTE tiene las siguientes dimensiones:

  • Aptitudes personales.
  • Actitudes con los alumnos.
  • Actitudes con los compañeros.
  • Actitudes con las familias.
  • Actitudes con el centro.

- La COMPETENCIA DOCENTE abarca las siguientes dimensiones:

  • Formación científica.
  • Formación didáctica.
  • Actualización.
  • Trabajo en equipo.
  • Promoción del centro.

    - La INTERVENCION DOCENTE contiene las siguientes dimensiones:

  • Planificación curricular.
  • Clima de aula.
  • Metodología aplicada.
  • Empleo de recursos.
  • Práctica evaluativa.

    - En la EFECTIVIDAD DOCENTE se puede considerar las siguientes dimensiones:

  • Resultados parciales.
  • Resultados finales.
  • Medidas evaluativas aplicadas.
  • Seguimiento de los alumnos.
  • Compromiso con el centro.


     

6.- El análisis externo o interno.

El análisis de la enseñanza de la Educación Física puede ser realizado por personas externas al centro docente: asesores, inspectores, investigadores universitarios. En todos los casos son personas ajenas a la vida del centro que tratan de estudiar la vida en el aula desde un perspectiva no nativa, externa.

    El análisis de la enseñanza se puede realizar dentro del propio centro docente (análisis o evaluación interna)

    Un análisis o evaluación interna:

Ofrece más posibilidades.     

Ocasiona menos recelos. 

Representa más compromiso.     

Genera menos tensiones.

Comporta más responsabilidades. 

Produce menos rechazo. 

Facilita más información.     

Genera menos evasiones. 

Tiene más eficacia.         

Emplea menos recursos. 

Obtiene más rendimiento.     

Produce menos interferencias. 

    Las condiciones iniciales necesarias para que sea eficaz son:

  • Aceptación de su necesidad.
  • Objetividad.
  • Participación colegiada.
  • Disponibilidad al cambio.
  • Formación básica.
  • Aceptación de otras ideas.
  • Reconocimiento de carencias.

Nosotros nos situamos en un análisis interno y desde una perspectiva formativa. Interesa la evaluación desde el propio centro que promueva, planifique y realice la evaluación del profesorado. Esto no elimina las acciones de una evaluación externa, por medio de la inspección, los asesores u otras personas ajenas al centro, siempre que esta sea requerida por los propios profesores del mismo.

    Este análisis o evaluación de la práctica docente puede ser realizado por la comisión de coordinación pedagógica (C.P.P.) que, según el diseño de evaluación de etapa (D.E.E.), trata de estudiar la calidad de la enseñanza y de conocer el funcionamiento de la clase con el fin de intervenir y tomar decisiones respecto a la enseñanza. Esta comisión o grupo de profesores recoge información a partir de la información facilitada por:

  • Los alumnos mediante cuestionarios distribuidos por el tutor.
  • Los colegas que a través del diálogo grupal en los departamentos didácticos.
  • Los profesores por medio de observaciones sobre sus acciones docentes.
  • Los documentos como la planificación del curriculum elaborados por el profesor.
  • La autoevaluación (autocríticas) del propio profesor (es) sobre su trabajo.
  • Los resultados de los alumnos en la evaluación.

    Todas estas informaciones orientan unos juicios de valor y una recomendaciones. (Blanco Prieto, 1994). Si se realiza un análisis de la calidad de la enseñanza es por algo. En consecuencia, con los datos y los juicios emitidos acerca de la enseñanza corresponde tomar decisiones de mantenimiento o mejora de la calidad de la enseñanza.


 

7.- Bibliografía.

Ayora, D., Campos, J., Devís, J. y Escartí, A, (1997). Aportaciones al estudio de la actividad física y el deporte. Ed. IVEF. Universitat de Valencia.

Blanco Prieto, F. (1994). La evaluación en la Educación Secundaria. Ed. Amarú.

Darst, P.W., Zakrajsek, D.B. & Mancini, V.H. (editors) (1989). Analyzing Physical Education and Sport Instruction. Ed. Human kinetics. Champaign, Illin ois.

Castejón, J. (1996) Evaluación de la Educación Física por inidecadores educativos. Ed. Wanceulen.

Delgado, M.A. "La autoscopia en como de formación de profesores de E.F. reflexivos y críticos" en Delgado, M.A. (1997) (coordinador de la obra) Formación y actualización del profesorado de E.F. y del entrenador deportivo. Ed. Wanceulen.

Delgado, M.A., Medina, J., Viciana, J. y Gutiérrez, R. (1996) Formación Permanente e Innovación. Experiencias profesionales en la enseñanza de la E.F. Ed. Centro de Formación continua. Universidad de Granada.

Fernández Pérez, M. (1994). Las tareas de la profesión de enseñar. Práctica de la racionalidad curricular: Didáctica aplicable. Ed. Siglo XXI.

Ferreres Pavia, Vicente S. "Dimensiones a evaluar en el desarrollo profesional docente". en Varios. Evaluación de experiencias y tendencias en la formación del profesorado. Ed. ICE Universidad de Deusto.

González, A.P., Fernández, J.Mª y Barrado, A. (1984) Análisis de la calidad de la enseñanza. Ed. Narcea.

Pieron, M. (1986) Enseñanza de las actividades físicas y deportivas. Observación e investigación. Ed. Unisport. Málaga.

Rosales, C. (1990) Evaluar es reflexionar sobre la enseñanza. Ed. Narcea.

Santos Guerra, M.A. (1990). Hacer visible lo cotidiano. Teoría y práctica de la evaluación cualitativa de los centros escolares. Ed. Akal.

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